EL DUELO Viene del latín dolus (dolor), y es la respuesta interna, natural y emotiva a la perdida de alguien o de algo.
EL DUELO
Es inevitable: aceptarlo es nuestra respuesta sana, a pesar del dolor, ante una pérdida o separación; es aceptar también que es posible trascenderlo.
Conlleva sufrimiento: es semejante a un túnel, y la única manera de salir de este túnel es atravesándolo.
Es portador de crecimiento: si lo asumimos como tal, seguramente lo vamos a abrazar, desplegando nuestra capacidad de aceptación.