Por: Dra. Itzel Martínez. Dermatóloga
Tenga listos los accesorios (implementos para el baño) antes de comenzar. Tenga a mano el recipiente (palangana) con agua, un paño húmedo para el baño enjuagado en agua sin jabón, una toalla seca y cualquier otra cosa que pudiera necesitar antes de comenzar.
Apoye al bebé sobre una superficie que sea cómoda para ambos: un cambiador, una cama, el piso o una mesada junto al lavabo pueden servir. Acolche las superficies duras con una manta o una toalla mullida. Si coloca a su bebé en una superficie por encima del nivel del piso, use siempre una correa (cinta/cinturón) de seguridad o mantenga una mano sobre el bebé en todo momento para evitar caídas.
Comience por lavar la cara. Use el paño húmedo para lavarle la cara, con cuidado de que no le entre agua en los ojos ni en la boca. Luego, introdúzcalo (paño o toallita) en la palangana con agua antes de lavarle el resto del cuerpo; por último, lave la zona del pañal.
Mantenga al bebé calentito. Durante el baño de esponja, envuelva a su bebé en una toalla seca y descúbrale solo las partes del cuerpo que esté lavando en ese momento. Preste especial atención a los pliegues debajo de los brazos, detrás de las orejas, alrededor del cuello y, en particular en las niñas, la zona genital.