Cuando una mujer se queda esperando que cambies,
no solo te está dando amor,
te está dando devoción.
Lealtad.
Fe en el hombre que podrías llegar a ser,
incluso cuando tus acciones decían lo contrario.Ella aguantó, no porque fuera débil,
sino porque su corazón era lo suficientemente fuerte
para ver más allá del enojo, del silencio, de los errores.Eligió amar lo bueno en ti,
incluso cuando era difícil encontrarlo.Así que la próxima vez que la llames “demasiado emocional”,
“exagerada” o “loca”,
detente y piensa:Ella nunca fue el problema.
Ella fue quien luchó por ti
cuando tú ni siquiera estabas luchando por ti mismo.Y no merecía nada del dolor que le diste.
Merecía ser vista, escuchada y amada
con la misma intensidad con la que ella te amó a ti.
Eso es el amor real.
No esperes a que se haya ido para entenderlo.

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