Por: Fernanda Ruiz
El 28 de mayo se celebra el Día Internacional del Juego para destacar la importancia del juego en la infancia y a lo largo de toda la vida.
Jugar es una manera de explorar el mundo, es motor de alegría y transformación. Al jugar podemos errar, imaginar y proyectar otros mundos incluso en el más árido de los contextos, conectarnos con las emociones, con el disfrute, con las ganas de ser y hacer.
El juego es un derecho fundamental de la infancia. El artículo 31 de la Convención sobre los Derechos del Niño establece:
«el derecho del niño al descanso y al esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes”.
Hoy más que nunca, promover el juego es también una forma de cuidarnos y de cuidar a niños, niñas y adolescentes.
El juego con otros niños, además de fomentar las relaciones sociales de los niños, les enseña a respetar normas, a negociar, a empatizar con el otro, a organizarse y hace que el juego sea mucho más divertido que si es practicado en solitario.