Por: Leticia Zárate
Era enero del 2005 y tuve la oportunidad de disfrutar una noche “muy mágica” en la ciudad de Barcelona, España. Grandes y pequeños hablaban del evento, la “cabalgata de Reyes” y es que fue impresionante vivir la experiencia. Todo un país volcado en una tradición en la que aún con tanta modernidad, la ilusión se palpa en el ambiente.
La cabalgata de Reyes se conmemora la tarde-noche del día 5 de enero, siendo tradición recibir a los reyes Magos en un desfile de carros alegóricos, comparsas, trajes y vestuarios majestuosos, dulces y una gran verbena. Para después ir a casa y esperar los regalos que se encontrarán la mañana siguiente al pie del nacimiento o Belén (según el sitio).
Cuando yo era niña en casa se compartía esta tradición, recibir alguna muñeca, patines, dulces o algo de ropa era motivo para dormir temprano y tratar de conciliar el sueño. Se dejaba un zapato. En ocasiones esos regalos también llegaban junto a una “Rosca”, esta preparación de pan tradicional coronada por frutos deshidratados, ate, cerezas y azúcar.
Mucho me sorprendió (yo no sabía) que España ha mantenido esta tradición muy viva. Ver la panaderías y supermercados llenos de Roscones de Reyes de todos tamaños unos rellenos de pasta de mazapán, crema pastelera, chocolate y con el paso del tiempo cada vez rellenos más sofisticados y exquisitos.
Las frutas secas cristalizadas que adornan el pan simbolizan las joyas incrustadas en las coronas de los Reyes Magos, la figura escondida, representa al Niño Jesús. En Cataluña se coloca un haba quien la encuentre será quien pague “el roscón” y también una “figura”, quien la consiga será acreedor de la corona de cartón que suele venir dentro de la caja otorgándole así la dicha de ser el “rey o reina” de la celebración.
En México quien descubre al “Niño” en su trozo, será el padrino y lo presentará en el templo el 2 de febrero sumando a la celebración tamales y chocolate, atole o champurrado caliente.
El origen de la Rosca de Reyes es una tradición que tuvo sus comienzos en la Edad Media (s. XIV) en países europeos como Francia (s. XI) y España llegando a México durante la conquista. Desde entonces es costumbre partir una rosca de pan, la cual se caracteriza por tener forma circular, símbolo del amor eterno de Dios que no tiene principio ni fin. Todo comenzó con los romanos durante sus festejos al dios Saturno. Estos tenían la tradición de colocar una moneda o un dulce dentro de un dulce como forma de juego. El que encontraba “el tesoro”, se convertía en rey por un día.
¿Te gusta la Rosca de Reyes?, ¿tienes costumbre de esta celebración?, pan tradicional o con rellenos de múltiples sabores son la delicia de chicos y grandes. ¡Cuéntame cómo vives la tradición?
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Leticia Zárate A. (4 de enero 2023 – La Rosca de Reyes representación cultural desde tierras lejanas
ART. 12). Malu Magazine.