Por: Diana Arreola. Psicopedagoga
Un divorcio resiliente se produce cuando:
1.- EVITAMOS FORMAR EQUIPOS QUE PROMUEVAN LA ALINEACIÓN PARENTAL: Formar equipos “mamá e hijos vs papá” y viceversa promueve un JUEGO DE LEALTADES que destruye y deteriora los vínculos. Los hijos se envuelven en un confusión mental y psicológica que termina deteriorando la visión que tienen sobre ellos mismos y su capacidad para relacionarse.
2.- Logramos separar el contrato de PATERNIDAD vs CONYUGALIDAD: Esto nos permite trasladar la idea a nuestros hijos de que dejamos de ser PAREJA pero continuamos siendo sus PADRES.
3.- Se comunica la noticia preservando la DIGNIDAD y RESPETO por el otro: Sin intención de minimizar o desprestigiar la vida de la expareja. En medio de la crisis y del dolor que produce la separación, los ADOLESCENTES NECESITAN saber que cuentan con su padre/madre que los puede GUIAR, CONTENER Y ORIENTAR.
4.- Estoy dispuesto a escuchar abierta y empáticamente las dudas, tristezas e inconformidades de mis hijos respecto a la separación: Cuando escucho activamente, sin juicio o resistencia. Los adolescentes tendrán varias dudas respecto a la separación de sus padres. Las DUDAS SE PRESENTARÁN EN DIFERENTES MOMENTOS. Es importante ayudarles a comprender y organizar su EXPERIENCIA.
NO ES EL DIVORCIO LO QUE AFECTA LA VIDA DE LOS HIJOS, ES LA FORMA QUE SE ORGANIZA Y TRADUCE ESTA EXPERIENCIA EN SUS HISTORIAS DE VIDA.