La conducta suicida es un conjunto de comportamientos relacionados con la intencionalidad de comunicar, actuar o ejecutar un acto autodestructivo que podría acabar con la propia vida. Se trata de un problema multifactorial, que resulta de una compleja interacción de factores biológicos, psicológicos, sociológicos y ambientales.
Implica un duelo difícil para cualquier familia. Los supervivientes tienden a tomar como suya la responsabilidad de la decisión del otro. Con frecuencia aparecen sentimientos de vergüenza y culpa que llevan a la persona a formularse muchas preguntas que posiblemente no tengan contestación. ¿Por qué? ¿Pudimos evitarlo? ¿Qué hice mal?
Es recomendable que la familia acuda a un especialista, ya que este tipo de duelo suele vivirse de manera muy intensa y prolongada.
Resulta complicado saber qué razones tenía el fallecido para realizar esa acción tan desesperada.
La terapia contribuirá a elaborar todos los sentimientos que vayan surgiendo y dará recursos para entender la situación desde otra perspectiva.