El trabajo del comportamiento precursor de la salud y la enfermedad, así como la intervención preventiva, donde se encaminan la mayor parte de los esfuerzos.
Ante una enfermedad es importante que las personas entiendan y asuman de forma menos agresiva, la condición crónica que conlleva la enfermedad, así como las alteraciones que se ven desprendidas al convivir con una enfermedad que requiere de cuidados especiales de por vida con el objetivo de evitar un mayor desgaste emocional y psicológico tanto en el paciente como en la familia.
Hoy más que nunca los pacientes deben saber lo que tienen, deben de conocer su diagnóstico y ser partícipes de su enfermedad en la toma de decisiones, es la mejor forma de respetarlos y de respetar sus deseos. El acompañamiento psicológico y tanatológico es de vital importancia para el enfermo, para el cuidador primario y para toda la familia.